Hermanastra y yo nos ponemos traviesos en la sala de la familia cuando los viejos están lejos

Después de una ducha caliente, nos entregamos a un sexo caliente en la sala de estar. El viejo estaba fuera, y aprovechamos. Nos exploramos los cuerpos del otro, dándonos placer a nosotros mismos y al otro, culminando en una sesión salvaje de sexo hardcore.

Cuando los viejos se alejaran, los ratones jugarán, ¿verdad?Pues eso es exactamente lo que pasó cuando mi hermanastra y yo nos encontramos solos en la sala de la familia.Ella tiene este culo asesino que solo pide atención, y he estado deseando tener mis manos en él durante mucho tiempo.Así que, cuando se presentó la oportunidad, la tenía doblada sobre el sofá, mis manos explorando cada centímetro de ese jugoso culo.Podía sentirla gemir, su cuerpo temblaba de anticipación.Sabía que estaba lista para mí, y estaba más que lista para ella.Deslicé mi verga palpitante dentro de ella, sintiendo su humedad envolviéndome.Follamos duro, nuestros gemidos resonando en la casa vacía.La tomé por detrás, mis manos agarrando su culo mientras la follaba.Sentí su cuerpo estremecerse mientras la llenaba de mi semen caliente.Era una manera perfecta de pasar una tarde tranquila y tranquilo.