Estos clips de aficionados se sienten súper reales, con gente normal dándole caña en camas que crujen en apartamentos llenos de cosas. A veces se tropiezan, como con un zapato perdido mientras azotan o chupan. Una escena tiene una lámpara barata parpadeando mientras follan contra una mesa que se tambalea. Esa torpeza genuina se nota a leguas.