Estos clips de autoestopistas pillan a desconocidos en autopistas solitarias, subiendo a coches y, en nada, echando un polvo en el asiento trasero con las ventanas empañadas. Algunos paran en un arcén polvoriento, usando el capó como base para un rapidito. Hay algo en los asientos de cuero gastado de una camioneta vieja que pone el ambiente a tope para estos encuentros salvajes.