Después de una humillante pérdida de trabajo, Charlotte Sin desata su ira reprimida sobre el pene flácido de su novio. A pesar de sus esfuerzos por complacerla, lo domina con sexo duro, garganta profunda y montando sin descanso hasta que está completamente satisfecho.
En un reciente giro de los acontecimientos, el novio de Charlottes ha perdido su trabajo, dejándola en un estado de rabia y frustración.No puede evitar sentir que es todo su culpa y está decidida a hacerle pagar.Al confrontarlo, su ira se convierte en un acalorado intercambio de palabras duras.Pero eso no es suficiente para saciar su rabia.Necesita más.Agarra su hombría, arrastrándolo al salón, donde procede a dominarlo brutalmente.Su ira alimenta cada movimiento mientras toma el control, sus grandes tetas rebotan con cada embestida.No se contiene, lo empuja a sus límites, lo amordaza y le da un sabor de su lado dominante.La realidad de la situación es demasiado para que la maneje, y le suelta su frustración acumulada, convirtiendo su dormitorio en un campo de batalla de placer y dolor.