Mira a un tipo mayor dándole duro a una chica joven en un sofá viejo, o a una madura montando a un chaval nervioso en un cuarto desordenado. El contraste se nota en cada gemido y movimiento, sobre todo con detalles como gafas retro que no se quitan. Algunas escenas resaltan dinámicas generacionales únicas en pueblos pequeños.