Ver a una estrella conocida en una situación comprometedora siempre impacta. Imagina a una celebridad pillada desprevenida, jugando a seducir en un ático con poca luz. Hay una escena con una cortina de terciopelo a medio cerrar, enmarcando todo el lío. Estos momentos quitan el brillo de la fama y muestran algo bien crudo.