Estos clips de azotes se centran en palmadas precisas con palos delgados, directo en la piel desnuda en cuartos oscuros. El sonido de cada golpe retumba mientras los cuerpos se tensan. Hay una escena con un banco de cuero gastado donde alguien está inclinado recibiendo una tanda de golpes. Puro morbo con el ardor y la reacción.