puta Ecuadoriana, una ardiente clienta, me trata como una chica de compañía cachonda.Sus hermosos pechos son irresistibles, y me provoca con ellos, dejándome en un estado de excitación.
Como puta guarra Ecuatoriana, he visto a mi parte justa de hombres que no se resisten al atractivo de mi impresionante tetona.Pero hoy, me vi en una situación que era más que un simple encuentro típico.Verás, estaba deseando el toque de un hombre que supiera cómo manejar mis voluptuosas curvas, y cuando uno de esos hombres entró en la escena, supe que me encontraba para un viaje salvaje.Sus manos recorrían mi cuerpo, sus dedos trazando el contorno de mis hermosos pechos.La forma en que me miró, con una mezcla de lujuria y deseo, estaba claro que estaba perdido en el momento.Y a medida que comenzó a masajear mis tetas, podía sentir mi excitación creciendo.Su toque era mágico, enviando ondas de placer atravesando mi cuerpo.Era una prostituta, pero también era mujer, y en ese momento, todo lo que quería era sentir sus manos en mí, explorando cada centímetro de mi cuerpo.