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Esta es una historia tentadora de un hombre que ha estado anhelando el sabor de la fruta prohibida de sus esposas.Ha estado tan ansioso, que ni siquiera podía esperar a que llegara a casa del trabajo.En cuanto ella paso por la puerta, no perdió tiempo en caer de rodillas y disfrutar de su delicioso néctar.Su lengua bailaba sobre sus pliegues húmedos, saboreando su dulzura, su excitación crece con cada lamida.Pero esto no era solo una aventura privada, oh no.Tenía una pequeña sorpresa por ella.Un amigo suyo, un compañero entusiasta de los swingers, se unió a la diversión.Los dos hombres se turnaron para lamerla y probarla, sus lenguas entrelazando en un baile de deseo.La vista de estos dos hombres devorándola, la forma en que la compartían, era un espectáculo para contemplar.Fue la primera para él, una experiencia de cornudo que lo dejó completamente cumplido.