Casi arruiné la cena, pero mi amante de ébano salvó el día

Casi me ahogaba en mi cena, pero mi diosa de ébano vino al rescate. Su juego de garganta fue fuerte, manejando mi gran polla negra como una profesional. Saboreé cada momento, viendo su mordaza y ahogarse en mi monstruosa polla.

Casi una cena arruinada, pero mi amante de ébano salvó el día.Sabes cómo es, cocinar puede ser un dolor en el culo a veces.Justo cuando estaba a punto de tirarme la toalla y pedir una pizza, mi belleza negra vino al rescate.La vista de su enorme polla negra era demasiado para resistirme.Solté el delantal, y antes de darme cuenta, estábamos en medio de la pasión.La cocina se convirtió en nuestro parque infantil, nuestras herramientas culinarias se convirtieron en instrumentos de placer.El olor a comida fue reemplazado por el olor embriagante de mi amante, el almizcle de su monstruosa verga se hundió en mí, cada embestida un testimonio del poder del amor negro.El sabor de él, la sensación de su piel contra la mía, fue un festín para los sentidos.Y cuando ya estábamos terminados, la cocina ya no era un lugar de frustración, sino un santuario de placer, un testimonio de la potencia del amor negro y la potencia de una gran verga negra.